Obituario Profesor Sergio Riquelme, El Mercurio, 27/01/2008

Domingo 27 de enero de 2008

Sergio Riquelme Pinna, un rector educador

Durante 56 años dedicados a la docencia, Sergio Riquelme mostró lo mejor que puede entregar un profesor a sus alumnos. Aparte de sus condiciones para enseñar, exhibió cualidades humanas y un excelente criterio, enmarcados en una personalidad que con simpatía y fino sentido del humor acogió las ideas y sugerencias de sus alumnos, relevantes para su formación. Fue, sin duda, un educador innato que comenzó muy joven a prepararse para ser maestro. Hoy, cuando ya ha partido, muchas generaciones lo recuerdan como un hombre a quien le deben gran parte de sus propios logros.

Sergio Riquelme nació el 9 de febrero de 1928 y 20 años después, como estudiante de Pedagogía en Historia de la Universidad de Chile, fue acogido en el Instituto Nacional para trabajar como inspector a cambio de techo y comida en el propio recinto. Llegó procedente del pueblo de La Paz, cercano a Temuco, donde su madre era directora de una escuela, quizás el origen de su vocación. Desde ese año y hasta 2004, su vida estuvo unida a ese establecimiento educacional próximo a cumplir 195 años de existencia.

Aunque dedicado el Instituto, durante 20 años enseñó su ramo de Historia y Geografía en "The Grange School" a cientos de estudiantes que hoy se destacan en el quehacer nacional.

Cuarenta y dos años después de haber ingresado al Instituto como Inspector y ejercer distintos cargos docentes, en 1990 fue nombrado Rector y durante los catorce años que ejerció como tal, este establecimiento -destacado por él como "la tercera institución de la República después de la Patria misma y del Congreso Nacional"-, conoció su empuje para enfrentar crisis e incrementar el alto nivel académico logrado.

Su iniciativa para crear la Corporación Cultural y Educacional, con el apoyo del ex alumno y empresario Fernando Lens sirvió para apoyar la labor de los docentes y celebrar convenios con otras entidades para identificar y cubrir las necesidades del colegio. Su trabajo para defender la identidad y eficacia del Instituto fue un aliciente para los alumnos y para la tarea del cuerpo de profesores orientada a la excelencia académica . Luchó con brío contra la falta de medios económicos para evitar el éxodo de profesores, logrando el apoyo y cooperación de la comunidad de apoderados. Igual entusiasmo puso para modernizar los añejos laboratorios, consiguiendo la ayuda de empresas dirigidas por ex institutanos.

El año 2000 constituyó el primer Consejo Directivo de la Corporación Cultural y Educacional que integró al Instituto con el sector privado en busca de nuevas fuentes de ingresos para el establecimiento y en 2002 participó como integrante de una comisión ad hoc para proponer las readecuaciones de la Prueba de Aptitud Académica. Muchos otros fueron los logros alcanzados por el profesor Riquelme, entre ellos la creación del Club Deportivo Instituto Nacional.

Crítico del estado de la educación pública, a raíz de falencias endémicas del sistema escolar, el profesor Riquelme puso de relieve la carencia de profesores en disciplinas fundamentales y fue partidario de una mayor descentralización y autonomía respecto de los municipios. A pesar de sus reparos se manifestó partidario de los colegios públicos "porque no discriminan y tratan a todos los niños por igual".

Para muchos de sus ex alumnos, Sergio Riquelme, quien fue un apasionado por el fútbol, su verdadero afán fue entregar una visión de la historia de Chile sin sesgos para que sus educandos se transformaran en ciudadanos serios con capacidad de análisis independiente.

Su vida fue, a juicio de ellos, la de un verdadero formador de juventudes, lo que se reflejó en el cementerio cuando más de 300 alumnos y ex alumnos acudieron a sus exequias.

Sergio Riquelme se había casado con Sofía Violeta Sierra Somerville.